En cuatro o cinco militantes trincones cifra Chaves, por la cuenta que le tiene, el escandalazo de las prejubilaciones fraudulentas que financió la Junta bajo su mandato y bajo el de Griñán. ¡Pero si la propia Junta, a las primeras de cambio, contabiliza ya y hasta denuncia decenas de casos! Chaves no puede decir otra cosa, es lógico, pero nadie puede creerse que un negocio de esa envergadura se llevara a cabo por cuenta y riesgo de un director general y sin conocimiento del propio Presidente. Por lo demás, personajes como Viera, Fernández o Rivas, abrumados por la evidencia, no tienen ya escapatoria posible. Al PSOE le hubiera salido más barata una salida camicace. La que ha escogido no hace más que juntar el cinismo a la responsabilidad.