Oigo que la “okupación” de un edificio gaditano se ha solucionado de la manera más original: “indemnizando” a los “okupas” –que previamente habían destrozado los locales—con ¡cinco mil euros por barba! ¿Quién está loco, sólo el legislador o la autoridad en su conjunto? Vaya usted a saber, pero esa escandalosa “legalización” de un crimen no augura nada bueno al futuro de la convivencia. ¿Cómo entender que mientras se desahucia legalmente a un padre de familia en paro se estimulen los delitos contra el derecho de propiedad ante una autoridad impasible? Con la guasa que hay en Cádiz no faltará chirigota que diga que, si por arrebatarte el piso, pagan al delincuente ese dineral, en caso de matar al dueño tendrían que darle una Visa Oro vitalicia. Y no seré yo quien diga que les falta razón.