Está que claro que el modelo andaluz saca de sus casillas el sanchismo. No deja resquicio para la duda el propósito de luchar contra la autonomía “con todos los instrumentos a su alcance” anunciado por esa gorgona en que se ha convertido la ministra de Hacienda –la “Montero la grande” de Rosa Belmonte– convertida en paladín contra la presunta e inexistente “privatización” de nuestra sanidad. No se acuerda Montero de que fue el PSOE el que en Andalucía ensayó y llevó a cabo hace años la privatización pionera de algunos sectores ni parece recordar la desastrosa situación de la sanidad pública mientras ella –al tiempo que luchaba “con todos los instrumentos” contra el Gobierno del PP—la desgobernó alegremente. Quizá pasen estas cosas por encomendar la gestión de la salud a médicos, como ella, cuajados profesionalmente en despachos y no en consultas.