La llamada “deuda histórica”, esa reclamación que duró tres decenios, fue pagada por el Gobierno Zapatero de acuerdo con la Junta de Andalucía. Pero no en dinero, sino es especie, concretamente en “fincas” (más bien solares) valoradas en más de mil doscientos millones de euros, pero con los que la Junta no sabe ahora qué hacer pues la realidad ha probado nuestras iniciales sospechas de que lo recibido no valía lo dicho. ¡Anda que si le hacen eso a Cataluña! Pues aquí no ocurre nada, aparte de que IU, el socio de gobierno, diga que la autonomía no malvenderá su patrimonio. ¿Les saldrá igual ese otro invento del TBO que es el “banco de tierras” o la pirueta de “banco público” con el que pretenden sustituir el chollo de las arruinadas Cajas? Demos tiempo al tiempo por más que la prisa ahogue.
Con las propuestas que nos esperan, «cosas veredes que de culo caeredes» oh Quevedo, todo menos trabajar por un progreso real e integral, claro es, sin mangantes.