Datos del Barómetro Audiovisual de Andalucía que acaban de conocerse confirman el vertiginoso crecimiento del uso de las redes en Andalucía que alcanzaría ya a más del ochenta por ciento de una población adicta que los frecuenta durante una media de más de tres horas al día. Parece ser que semejante “cuelgue” se inicia a los ocho años de edad, un dato que viene a sumarse a las recientes alarmas sobre el auge de la atención prestada por los jóvenes a contenidos pornográficos además de la consagrada al incontinente manejo de sus móviles. El informe prevé que esa dependencia supere más pronto que tarde incluso a la audiencia televisiva, lo que hay que considerar como un hecho insólito que con seguridad alterará profundamente nuestros actuales modos de convivencia. Son los efectos negativos de un progreso tal vez no controlado con la debida atención.