¿No están ustedes hasta la coronilla de oír a políticos de todos los colores defender la inmunidad de quien denuncie las corrupciones? Pues al trabajador de UGT-A que ingenuamente hizo caso a esa novedad, la Audiencia de Sevilla le ha rebajado en un año la pena de dos años que le había impuesto un Juzgado sevillano, exonerándole, además, del pago de la indemnización de ¡60.000 euros! que al sindicato –hay que tenerla dura– le reclamaba. O sea, que le quitan un año pero le dejan otro, y no le aplican la vigente directiva europea que establece la impunidad de los denunciantes porque ésta no rige para quienes denuncien directamente a los medios de comunicación. De los que nada se sabe es de los que urdieron la trama de exacción milmillonaria denunciada por el ahora condenado. La Justicia, que es lenta, dice que todo se andará…