La gramática, ultrajada
No hace falta que se estropicien el magín leyendo el nuevo Estatuto entero. Échenle una mirada sólo al preámbulo y verán qué escandalosa vulgaridad, cuánto tópico, qué ruina sintáctica, que léxico impropio. ¿De dónde habrán sacado a ese escriba las izquierdas que fingen cifrar en el Estatuto sus esperanzas de progreso para Andalucía? ¿No…