Chapuzas
En un país que ha soportado ¡siete leyes educativas en treinta y cinco años!, poner la educación en manos inexpertas ha sido, entre nosotros, un hábito político, pero confiarla a una chapucera como la ministra Celaá es, sin más, un suicidio. ¿Qué hacer con la “peña” el próximo curso, suponiendo (que ya es suponer) que…