El libro virtual
He contado otras veces que mi antiguo amigo Víctor Márquez Reviriego se levantó una mañana con los pantalones a cuadros y, eligiendo medio centenar de obras predilectas de su abundosa biblioteca, envío los otros libros encajonados a su pueblo andevaleño para que engrosaran la biblioteca pública de sus paisanos. No saben cuánto he envidiado ese…