La pasión del poder
En la primavera de 2003 nos citamos para almorzar con Rubén Amón en París, en el balconcillo de “Lipp” desde el que cuentan que la Beauvoir solía espiar las citas clandestinas de Sartre en el “Café de Flore”. Rubén llegó tarde y algo alterado por la noticia de la detención del capo de la Mafia…