Del museo al altar
Parece que el papa Pío XII pidió a sus allegados que, llegado el momento de la agonía, dispusieran en su cámara un gramófono porque quería morir sereno oyendo la ‘Marcha Fúnebre’ de la Tercera de Beethoven. No tuvo suerte, sin embargo pues murió abrumado por el espanto entre visiones maléficas como medio mundo pudo saber…