Los nuevos pobres
Hablábamos ayer de la indiferencia de los ricos ante la crisis, manifiesta en la exitosa multiplicación de salones para potentados en los que se ofrecen al capricho objetos inconcebiblemente caros y, por descontado, inútiles salvo como indicadores de prestigio. Decíamos que “el superlujo escapa a la crisis” porque no es arriba sino en la zona…