Es lamentable ver cómo continúa y progresa a ojos vista la siniestralidad laboral, cómo se llega a registrar una muerte de trabajador cada dos días, mientras la autoridad no parece despertar ante tan grave situación para reaccionar en consecuencia. La patronal se dejó caer una vez con la grave insidia (silenciada por los sindicatos) de que esas tragedias podían tener mucho que ver con el consumo de alcohol y lo que no es alcohol por parte de las víctimas y los trabajadores en general, y el propio consejero de Empleo acaba de sugerir que esas muertes se deben probablemente a la babélica realidad provocada por la confusión idiomática que provocan los inmigrantes. Ante ese montón de cadáveres la verdad es que argumentos semejantes no dejan de ser irresponsables recursos para justificar lo que, sin duda, es consecuencia del exponencial crecimiento de la construcción pero también de la lenidad con que se ejerce el control de la seguridad por parte del poder. 140 muertos en ocho meses son muchos muertos. Demasiados para soportar que los grandes responsables del trabajo escurran el bulto culpabilizando a las víctimas.
Será porque una madruga y toma un par de cafés en la barra antes de las ocho, pero mis ojitos han visto demasiadas veces el copazo o el doble copazo antes de salir para el tajo. Y también he visto a chavalotes que se fuman su porrito a las diez con el bocadillo. Y también he oído a algún encargado de obra quejarse de que el no puede dedicar todo su esfuerzo del día en obligar a ponerse el casco y el arnés a quien lo considera una mariconada.
Lo siento, pero mi lengua dice lo que mi ojo ha visto. Que la balanza de los porcentajes es difícil de equilibrar, de acuerdo. Que la educación en seguridad laboral es cero, también. Pero esto es lo que hay.
Vaya , doña Epi, ¡usted por aquí!
Yo no madrugo tanto, sobre todo por estos lares, pero me ha chocado muchísimo el número de muertos anunciados:140 muertos en 8 meses sólo para Andalucía son un montón de muertos!
Aquí en Francia , por una vez, tiene un sistema que ha hecho sus pruebas: cuantos más accidentes de trabajo tengan las empresas más tienen que pagar. Imparable! Son los propios patronos que tiene interes en que sus obreros o empleados no sufran ningún accidente.