Más que presentable el elenco de los nuevos altos cargos si atendemos a sus curriculos. Tremendo ese primer balance de los dineros dilapidado irregularmente por los manijeros anteriores –¡5.000 millones de euros…!, de momento— que obliga al nuevo Gobierno ahora, al menos, a actuar con diligencia para esclarecer los hechos, ya que hablar de recuperar la pasta perdida sería hablar de la mar. Y triste el debut del superconsejero Bendodo al enfundársela para dar marcha atrás en su vieja denuncia de las “ayudas al alquiler” con que se regala en Andalucía a los altos cargos de la Junta. La cal y la arena, lo inevitable, pues, en este umbral de la legislatura más compleja que registra la crónica autonómica, desde el que ya comienza a comprobarse que no es lo mismo predicar (desde la Oposición) que dar trigo (desde el Poder). Dicen que lo que importa es la suma, pero no debería de perderse de vista a los sumandos.