La campaña he revuelto el cotarro político sacando a paseo el tema del AVE. A la propuesta de unir en esa red del futuro a Sevilla con Málaga, formulada por Juanma Moreno, se ha opuesto sibilinamente el sanchismo con la añagaza de que más urgiría alargar la alta velocidad a Huelva o Almería, como si estos dos proyectos no viniera arrastrándolos su partido –ahora sí, ahora no—desde hace un par de decenios. Y hasta alguna mirada sagaz sugería ayer en estas páginas que la propuesta pepera ha dinamitado la paz boba en que dormita el no-PSOE, cada intrabando barriendo para dentro con la escoba electoral. Lo de menos para algunos, como se ve, es el interés público. Lo que prima para la mala política sigue siendo, a las claras, el cervantino “buen gobierno de las tripas”.