Con el ruido catalán se nos han escapado algunas de las mejores. La imagen del Parlamento andaluz, por ejemplo, votando una espartana proposición podemita que pretendía reducir los escandalosos “privilegios económicos” de sus Señorías. Pero, ca: a la hora de recortar la pasta se han unido como un solo voto, a fin de evitarlo, el PP mayoritario, el poderoso PSOE, los “moralizadores” de Ciudadanos y los escombros de IU, para que todo siga igual y el festín continúe. ¡Al pulpo, ni reñirle! Nada cambiará, pues, dado que los diputados, a diferencia del resto de los currelantes, son los únicos que establecen e imponen libremente sus beneficios y sus condiciones de trabajo. ¡Qué razón llevaba Chaves cuando advirtió que “con las cosas de comer no se juega”! Si lo sabría él…