Se comprende que haber perdido las anteriores municipales preocupe a Cejudo — alcalde en comandita de Valverde apoyado en IU– y que la posibilidad de un nuevo descalabro en los próximos comicios le abra las carnes. Ello explica su esfuerzo por reforzar el aparato de propaganda municipal –periódicos, revistas, radios y teles “oficiales”—en cuyo descomunal desarrollo lo último ha sido reconvertir en quincenal el mensuario que hasta ahora venía predicando las virtudes sin defecto del “pacto de progreso”, y que, con el nombre de “Valverde 15 días” será embuzonado directamente, casa por casa, en todo el pueblo. ¿Qué cuánto cuesta eso, que quién lo paga, que si eso puede hacerse con la ley en una mano y el código no escrito de la conciencia en la otra? Pues cualquiera sabe, pero ahí está ya el papel preparado a mayor gloria del alcalde aunque a costa del contribuyente. En términos relativos, Valverde tiene mejor cobertura mediática que Nueva York. Ahí tiene un buen tema la sumisa redacción de esa nueva voz de su amo.