La crónica de la precampaña americana me tiene completamente desconcertado. No cabe duda de que se trata de un sistema interesante, de un casi inobjetable montaje igualitario que permite una alta participación efectiva del pueblo o, al menos, de su sector politizado, de la más convincente teatralización que haya dado de sí la democracia desde sus remotos orígenes. El sistema de “primarias” es espectacular, desde luego, pero lleva implícitas la semilla de su propia falsación a poco que uno lo contemple imparcialmente en su conjunto y pueda preguntarse cómo es posible que un pueblo trague con la comedia de un duelo prolongadísimo y feroz cuyos protagonistas, en un momento dado, no solamente bajan las armas y dan por concluida la batalla, sino que firman las paces incluso hasta acabar juntos y revueltos en un mismo ‘ticket’. A un reputado comentarista le he escuchado estos días, a propósito de la soberbia resistencia de la señora Clinton, decir que no era probable un abandono total tras su derrota, sobre todo porque, de acceder a una vicepresidencia pactada, tendría cuatro años por delante para esperar cada vez que el Presidente saliera de la Casa Blanca que, por hache o por be, no volviera y ese hueco le permitiera dar el salto que en campaña no logró dar. ¿Es concebible un sistema más hobbesiano, existe la posibilidad de que la muchedumbre acabe creyendo en la sinceridad de un equipo de gobierno que se ha encargado previamente por sí mismo de denigrarse sin la menor consideración? Es verdad que de cuajar el proyecto del presidente negro, la democracia tocquevilliana daría un salto de gigante como lo hubiera dado de salir elegida por vez primera una mujer para la Presidencia, pero ¿cómo entender que esos antagonistas formen de un día para otro una perfecta coyunda política sin traicionar, respectivamente, lo que cada cual defendió durante la precampaña? La democracia, blanca o de color, macho o hembra, no tiene otro principio que el pragmatismo ni otra ideología que la posibilista.
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La democracia es el segundo mejor sistema de gobierno posible. El primero no existe. Si yo tuviera el memorión del Anfi, le ponía nombre a la cita, que evidentemente no es mía. No alcanzan mis pocas neuronas a semejantes finuras.
Pero la democracia, como los perros, no es una sola. ¿En que se parecen un yorkshire -un yorky- a un mastín?. ¿En qué se puede parecer la democracia coronada -je, je- de esta bosta, perdón, piel de toro, a la democracia de la antigua Roma? ¿Dónde el Marco Tulio que le lanzara a Catîlîna aquello del Quousque tandem?
En la primera, por ahora, potencia del mundo, o eres rico o no eres nadie. Bueno, en esto sí nos parecemos algo. Pero aquellas campañas se sufragan con los dólares de los que luego hay que pagar unos facturones de espanto. El lobby tal, el lobby cual, todos son el lobi feroz que puede terminar comiéndose a la abuelita malpagadora.
¿Quién les dice a ustedes que el silenciado McCain no le va a mojar la oreja al mulatito? Porque negro, negro, lo que se dice negro, el que vende bolsos en el mercadillo al que voy. ¿Y esa maldad intrínseca que el Jefe deja caer con una guasa que aterra, de si por hache o por be, un día…? ¿O es que todo el mundo tiene claro ya quién mató a los Kennedy? ¿O ese renacer del KKK, de quien parece que ya nadie se acordaba?
( – Oiga, Margosa, ¿y si se deja de preguntas retóricas y deja de dar la barrila?)
Pues, okey, McKey. Sus órdenes.
Para empezar, obama no es negro, lo que se dice negro. Habría que ver la diferencia con un negro mandinga, de los que salen en Lo que el Viento se llevó. ¿Sería distinta? Esa madre blanca hace mucho, aunq
Para empezar, obama no es negro, lo que se dice negro. Habría que ver la diferencia con un negro mandinga, de los que salen en Lo que el Viento se llevó. ¿Sería distinta? Esa madre blanca hace mucho, aunque el KKK siga sin tragar.
No es ninguna tontería lo dicho por K, cuyo pseudónimo me pone los pelos como escarpias. Pero creo que la columna de gm inlcuye una crítica más amplia y profunda del sistema americano, tan bueno, tan bochonorso, tan fascinante, tan vil…
Como que es columna de profundidad bajo la apariencia (como tantas veces) de broma de superficie. Es curioso como gana terreno la crítica a la democracia, un posible mal la culpa del cual hay que endosársela a los políticos en particular y a los demócratas en general.
¿En Roma, dice, doña Margosa? Allí, como antes en Grecia, las críticas al abuso democrático fueron frecuentes, yoi diría que constantes. Eche un ojo a los historiadores (a Tácito, a Tucídides…) para comprobarlo. La idea de que la representación pura es posible es un espejismo deseable. Poco más. Nunca hubo democracias perfectas. Tocqueville se deslumbró como un pardillo, pero hya qu etener en cuenta que es que iba a USA desde la retorcida Francia…
A propósito, lean la revisión de la Rev. Franc. que hizo Furet ewn el bicentenario. El jefe y yo la compramos nuna mañana en París antes de tomarnos un codillo en Lìp…
No es prudente abundar tan fvrentemente en estas bromas sobre o contra la democracia. No dudo del recto proceder del sr. gómez marín ni de su recta intención, pero hay que tener cuidado con las bromas. Con las bromas, como con los experimentos, ha de usarse gaseosa.
Muy trascendente se ponen esta mañana sus mercedes, cuando lo que ja ha escrito no es más que un comentario muy gracioso sobre varios aspectos de la «decadente» democracia americana: la apertura a las razas, el paso libre a la mujer y demás, junto al manteniento de profundos prejuicios. Y en esa tesis lleva toda la razón.
Desde luego, amigos, el espectáculo es desocncertante, como dice jagm: hoy vemos a la Clinton pidiendo el voto para el mismo que denigraod y contra el que ha manipulado su condición racial: el caso es el puestecito y que te paguen las «facturas pendientes». Gran espectáculo de cinismo imposible de redcuri a la idea de «juego limpio». Y más que tenemos que ver todavía. Esta democracia americana es grandes en muichas cosas y vil en otras muchas, pero sobre todo, como la columna sugiere, es instrumento de los ricos. ¿Alguien puede negar eso?
A lo mejor prefieren ustedes la «democracia» de Pinochet o la de Videla. ¿Es así?
¿Se acuerda de Tip? «Ese país necesita un repaso», pero reconozcamos que funciona en muichos sentidos como una máquina admirable. Comparemos, sin ir más lejos, copn el espectáculo del PP en estos momentos, o los pucherazos que organizó el PSOE cuando intentó vendernos sus «primarias». Seamos justos y realistas: ¡Ya quisiéramos!
¿Por qué vuelve, Sociata 2, buen hombre, a este casino que tanto desprecia aunque evidentemente no conoce sino que prejuzga? ¿Chile de Pinochet? Pues claro que no. Ustedes, en cambio, sí que tratan con guante blanco a Cuba de Castro.
El tema de la desnaturalización de la democracia es interesante porque sugiere que las viejas ideas e insittuciones no han resistido el impacto de las nuevas actitudes socialies y la nueva cultura material (medios dominantes, comunicación rápida, etc.). Comentarlo no sólo es salidable sino que es obligado en quien se preocupe porque la democracia sea algo más que una comedia.
Estoy muy de acuerdo con jagm. En espeical con su denuncia de que la Democ. Americ. es un régimen oligárquico, yo diría que suavizado por la cultura tradicional de la participación mesocrática.
No critique lo que no hayan vivido. Les doy un buen consejo.
Buen comentario, lo bueno y lo malo, el problema tanta sveces comentado de la crisi del sistema democrático. Una cierta superstición hace que muchos teman enfrentarse a esta realidad, incluso cuando se dice algo tan obvio co0mo que es la partitocracia (aquello que más admiraba a Tocqueville, los partidos) lo que está corrompiendo el cotarro. Lo mismo se puede decir de «otras» instituciones, vale, ya lo sé, y no lo niego. Humildemente, por el contrario, lo reconozco.
En USA los salva la costumbre, el hábito democ rático. Cuando aquí se dice que 30 años es tiempo de sobra para que este sistema hubiera fraguado sin fallos, se sueña. Una democracia nop se ajusta a su sociedad más que tras mucho tiempo de rodaje. ¿Quizá por eso no duran demasiado?
Un interesante comentario sobre eso tan especatcular que tanto parece que envidian muchos españoles…
No conocía este blo, aunque sí al autor. Procuraré no perder de vista a un grupo tan curioso y reflexivo. Enhorabuena.
La columa de hoy, como la de todos estos días anteriores, espléndida. No debe de ser fácil encontrar cada día un tema interesante y enfocarlo en una interpretación original e inteligente.
Muchas verdades para cuarenta líneas más o menos. Tiene un mérito don ja que no sé si somos capaces de reconocerle. Lo de hoy es magistral.
Bienvenido, Nabuco, su pseudónimo hace esperar mucho se su colaboración. Ya ve que aquí no se andan con chiquitas ni el autor ni los comentaristas, y ya ve que aquí no se pierde el tiempo hablando de gallardones y rajois…