A estas horas deben de andar reunidos con los gestores de la consejería de Salud los sindicatos que, no sin graves razones, vienen reclamando al “Gobierno del cambio” que encare los viejos problemas que arrastra el Servicio Público de Salud. Lo hacen bajo amenaza de reproducir huelgas y mover la calle –para eso estamos casi en campaña electoral—pero llevan tanta razón como parecen intuir los reclamantes que se abren al diálogo, aunque también, sin duda, encaramados en la oportuna circunstancia electoral. Tendrían que con-ceder por ambas partes hasta lograr el acuerdo que la opinión reclama con razón pero cuya motivación política viene estorbando hace tiempo. En ese pulso sólo los ciudadanos tienen derecho a ganar lo que es suyo. Los otros, gestores y sindicatos, deberían aceptar su difícil papel pensando en aquellos destinatarios y no en sus particulares intereses.