El PSOE andaluz ha forzado a sus alcaldes miembros de la FAMP a retractarse de lo que libremente votaron el día anterior, a saber, su rechazo a los dos proyectos de ley de reforma del municipalismo tan torpemente muñidos por la Junta como para que hasta los suyos se le plantaran. Y claro, los alcaldes en cuestión han tragado, dando una soberana lección de lo que es seguidismo y falta de democracia interna en un partido, bajándose los pantalones y aceptando el ukase del partido. ¿Cómo se presta a este tipo de cosas un personaje como Griñán, a quien se supone tan ajeno a semejantes miserias? Pues no sé la respuesta, pero se presta. Este triunfo pírrico de Pizarro restalla con un trallazo sobre la imagen de este Presidente sin partido.