Gran columna la de Andrés Marín (‘Calle Puerto’) comparando a Valderas con el muerto chileno que resultó que estaba vivo. En ella se dice, con razón, que IU fue maltratada una vez más por esta ley electoral que, de hecho, constituye una auténtica estafa al permitir que un voto de Álava ‘valga’ por seis de Madrid, por ejemplo. Y sin razón, sostiene que fueron sus compañeros quienes trataron de confinarlo en Huelva –donde ya había perdido dos veces– justamente para que se estrellara por tercera vez. Lo cual no es así. Valderas fue a Huelva una vez que le resultó imposible presentarse por Sevilla e, incluso, cuando le negaron la posibilidad de ir por otra provincia, o sea, en última instancia, lo cual no excluye la eventual inquina de sus conmilitones pero varía no poco de la versión ingenua. ¡Hubiera tenido guasa que un coordinador general fuera rechazado por tercera vez por los electores! No ha sido así, felizmente, pero no porque él eligiera plaza para esa corrida.