Tras cuatro “avisos” inútiles, la Junta Electoral de Andalucía ha decidido echar al corral del expediente sancionador al director de Canal Sur, es decir, al ex-portavoz de Chaves, Rafael Camacho, por considerar que ha podido haber (¡) infracción de la normativa, es decir, parcialidad en la información durante la campaña. Ya me dirán para qué puede servir este paripé que, en el caso concreto que nos ocupa, implica una propuesta de sanción de 901’52 euros, pena escandalosamente ridícula para quien es considerado responsable de manipular una televisión pública con clara intención de favorecer a su partido y grave ofensa del rival y determinadas instituciones como la Iglesia o el Ejército. Entre las cosas que urge reformar destaca la competencia y medios de esas Junta Electorales convertidas, de hecho, a pesar incluso de la voluntad de sus miembros, en legitimadores de las más burdas vulneraciones de la transparencia electoral.