Después de los ERE
Una sentencia radical para desengañar a tanto a escépticos como a optimistas. Y una tragedia política no sólo para Andalucía sino para la democracia española. Si algo queda claro es que lo indeseable no eran “tres o cuatro golfos” sino todo un “régimen” clientelar cuya ilusión patrimonialista lo enrocó en la conciencia de impunidad. ¿Quién…