Silencio oficial

Mal puede aprobar un ciudadano los abucheos que acaban de propinarle al presidente del Gobierno a las puertas de Doñana. Un respeto. Pero no faltará quien diga, recordando anteriores escraches tolerados, que donde las dan, las toman. ¡No todo van a ser bibianas agasajando en el embarcadero! Ahora bien, lo que no tiene un pase…