Adivina quién viene
Los americanos han sabido hacer la autocrítica de su racismo generalizado –se acuerdan de “Adivina quién viene esta noche”?– aunque siempre empinados sobre el sentimentalismo. Los europeos, grandes racistas de toda la vida, son más cautos en este aspecto desde que el racismo pasó a ser incorrecto desde la perspectiva política. Aquí se dice eso…