El fin del mundo
Parece que ni el calentamiento global, ni los pesticidas ni un presunto hongo que colonizaría su intestino son la causa de la progresiva desaparición de las abejas. He dicho “desaparición” porque esta misteriosa plaga que, desde hace un lustro, azota los campos yanquis, no sólo provoca la muerte de esos insectos –que exaltaba el Eclesiastés…