Naves en la niebla
El desconcierto de la crisis, los malos datos diarios y los pendulazos bolsísticos, junto con la pregunta general de qué coños es lo que ha ocurrido para que, de pronto, el planeta entero se haya percatado de que estaba a punto de agotarse la mecha y saltar todos por la aires, no están favoreciendo nada…