Llegó el debate
Una multitud enfurecida trató el jueves de linchar al presunto secuestrador y asesino de la niña Mari Luz. Se oyeron voces reclamando la justicia espontánea y hasta se reprochó a la policía impedir el linchamiento. Es normal, en vista de este inconcebible desconcierto. La pena fue un derecho de la parte ofendida mientras las sociedades…