Cambiar la hora
Ayer cambiamos el reloj. Esta vez para adelantar una hora y ganarle luz al día, es decir, para ahorrarnos el gasto de la otra luz. Pocas atribuciones del Poder como ésta de parar o acelerar el Tiempo a voluntad, el viejo sueño del hombre que entraña acaso uno de sus más intrincados problemas. Lean el…