La aldea y el arrabal
Tras más de cien días sin gobierno, parecen percibirse en Bélgica señales de acercamiento entre las facciones que amenazan con destruir la nación. No parece haber cuajado el cuerpo federal del 93 ni que se haya secado la sangre vertida años antes en el Estadio de Heysel, mientras la pelea por la lengua resquebraja progresivamente…