Cadáver exquisito
Pepe Juan Díaz Trillo era hace mucho tiempo un muerto político pero ahora es ya un cadáver exquisito que, por piedad partisana, deberían enterrar aunque fuera lanzándolo al estrellato de un “bojazo”: se le hace alto cargo de la Junta y en paz. Porque dejarlo ahí, indefenso ante un Superalcalde crecido, que lo ha derrotado…