Aprobar al que no sabe
Anda rodando por el papel impreso la cuestión inverosímil pero, al parecer, cierta de toda certeza, de que desde el rectorado de una señera universidad andaluza se recomendó a determinados profesores –supongo que exigentes en su materia y eso que en la antigüedad ya clásica de los viejos planes se llamaba un “hueso”– que aprobaran…