Vamos a irnos de vacaciones con la crisis campando por sus respetos –los datos que van llegando son perores cada día—y sin adoptar una sola medida seria para hacerle frente, en buena media porque Chaves parece decidido a ir a remolque del Gobierno y hacer del mimetismo su única estrategia. El paro puede ser tremendo cuando, tras la campaña de verano, llegue el bajó otoñal y los ciudadanos deban volver a la vida cotidiana que el verano interrumpe, pero la Junta no ve necesario hacer nada aparte de esperar a que amaine y pase por fin una crisis con todas las de la ley a la que hay expertos que auguran una duración que alcanza hasta los cinco años. Sin ideas, con un gobiernillo de “suplentes” y mano sobre mano, es probable que la autonomía vaya a vivir estos tres meses su periodo más crítico.