“Acusaciones muy gruesas con argumentos muy flacos”, le parece al PSOE, por boca de la sucesora in pectore, Mar Moreno, las que el PP ha formulado a propósito de las prejubilaciones ilegales que la Junta ha financiado descaradamente en una empresa pública del Ayuntamiento de Sevilla. Mantenella y no enmendalla, se llama eso, echarle cara al asunto y negar cínicamente, porque la verdad es que no hay modo de escurrir el bulto ante ese escándalo mayúsculo que, por cierto, deriva de las investigaciones de este periódico. No conocen ni por el forro la dignidad del reconocimiento de culpa. Así les va y así, previsiblemente, les irá.