La inaceptable rivalidad entre el Gobierno y las autonomías no se limita sólo a la “batalla de Madrid” sino que funciona también en Andalucía. No tienen más que ver a su delegada del Gobierno encogiéndose de hombros para renunciar al control de inmigrantes en cuarentena justo cuando la comunidad ve disparada su curva de contagios. Lo dicho: aquí, como en Madrid, “cuanto peor, mejor” es la consigna de este Gobierno de la nación compuesto de renegados mercenarios de la socialdemocracia, biempagados soviéticos, rebeldes antiespañoles y terroristas “normalizados”. Este cuasifederalismo imperfecto del Estado Autonómico está siendo puesto en almoneda con el único fin de mantener en nómina a una banda de espontáneos. Si España no se ha vuelto loca, desde luego le falta poco.