El descubrimiento del caso del bebé muerto en circunstancias idénticas al famoso del hospital madrileño que tanto ha dado que hablar, obliga a plantear ciertas preguntas. Para empezar, qué explica que para destapar ese caso haya habido que aguardar dos años. O bien si su destape obedece al mimetismo, a un “efecto llamada” provocado por el escándalo madrileño, lo que no dejaría de ser lamentable. La Junta debe averiguar con urgencia qué ocurrió hace dos años y zanjar la duda de si en una autonomía como la andaluza es necesario que otra marque el camino para obtener un derecho. Hay demasiadas cuestiones tras esta nueva denuncia que obligan a actuar con diligencia incluso en pleno ferragosto.