A mediados de los 80 la Junta andaluza difundió un mapa de la región casi por completo teñido de rojo. Era la imagen de la duradera mayoría absoluta del PSOE desde antier sustituida por un mapa que ha teñido de azul hasta los bastiones clásicos del “régimen”: Sevilla, Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra, Camas, Utrera o San Juan de Aznalfarache y hasta ha osado insinuarse en Marinaleda. Habrá que ver si el presidente Juanma no sucumbe a la sugestión cromática y administra esa hegemonía, como promete, más con autoridad que con imperio, que es lo que perdió a sus predecesores. Demasiado poder corrompe sin remedio lo que sólo la discreción y la cordura pueden conservar. No tiene más que mira atrás –como aconsejaba al triunfador el esclavo romano—para comprobarlo en cabeza ajena.