Se percibe cierta incomodidad en el comentario del fiscal de Medio Ambiente de Huelva ante la espectacular intervención de la Guardia Civil en el Ayuntamiento de Ayamonte y ese registro de seis horas que él recela que acabe resultando más bien perjudicial a la investigación secreta y selectiva que se venía haciendo. Algo no encaja, desde luego, en esta historia de tantas cinematográficas invasiones de sedes institucionales que tal vez valen más para la galería que para el buen fin de la Justicia. ¿Falta coordinación, qué tiene que decir el subdelegado del Gobierno ante esa acción que su partido califica de normal? Algo va manga por hombro en este terreno. Quizá porque así convenga a más de uno.