Resulta incomprensible, en especial tras la exitosa asamblea convocada por la Sociedad de Estudios Iberoaméricanos, el emperre del PSOE, o más bien de la presidenta de la Diputación, de romper esa clamorosa unidad ciudadana autoexcluyéndose del proyecto común enderezado a conseguir que la UNESCO declare nuestros lugares colombinos “Patrimonio de la Humanidad”. Eso es puro partidismo, injustificable falta de sentido de lo común, y por eso mismo la Universidad debería renunciar a su autoexclusión situándose al lado de la inmensa mayoría. Que lo haga o no la Diputación, importa menos, en última instancia.