La Junta ha accedido a conceder a ciertos Ayuntamientos en apuros adelantos a cuenta que les permitan salir del túnel en que se hallan, con frecuencia heredado de la administración anterior del PSOE. No está entre ellos uno que ya empieza a señalarse como ejemplo de pueblo maldito al que no se le perdona haber volcado literalmente el tablero electoral –Valverde del Camino—cuya joven y acosada alcaldesa, tras denunciar el boicot a que la someten la Junta y el Gobierno (incluido el ICO), se veía obligada ayer a advertir ese Gobierno que una huelga de policías locales, a los que, en plena ruina, se les adeudan cuatro meses y otros conceptos, le impide garantizar la seguridad de la población. El PSOE parece decidido a asfixiar sin consideración a esos pueblos malditos que han cometido el delito imperdonable de desalojarlo del poder.
Malditos mil veces sean
los chaves y los griñanes,
malditos los concejales
que no defienden a su pueblo,
que ante el derecho y la justicia
anteponen el pesebre.