No salió comunicado alguno de las catacumbas nocturnas. ‘Primun vivere’, se dice que decía Hobbes, lo primero es vivir y luego ya se verá. Parece ser que hubo llamadas y recordatorios de favores, tal vez alguna presión relacionada con los empleos y cargos muníficamente distribuidos por el partido. Se comprende: es lógico que el personal actúe “pane lucrando”, por ganarse el pan, antes que por defender las ideas o los principios. No se es cosa de pedirle a nadie que se quede a dos velas en nombre de esa integridad maximalista, hay que concederlo, sabiendo cómo las gastan –para bien y para mal—estos “aparatos”. Otra cosa es que, tras romper el comunicado, mucho militante decoroso no haya podido mirarse al espejo o haya visto en él la imagen de un extraño despojado de sus propios valores. Es dura la militancia cuando andan de por medio “las cosas de comer”, con las que no se juega, como dice Chaves. Pero Cervantes lo dijo mejor: “Lo primero es el buen gobierno de las tripas”. ¡Y tanto! Eso no sabe nadie mejor que los que hacen y deshacen dentro de un partido.