Se repite la historia. El ex–ministro Corcuera, el de la “patada en la puerta”, pretende entrar en coche en la Feria de Sevilla, es requerido por dos policías locales para que se identifique y se niega al grito de “¡Usted no sabe con quién está hablando!”. No es nuevo el caso, puesto que aquí el TS absolvió a un diputado, suspecto de haber privado, que se negó a identificarse con el mismo argumento a la Guardia Civil una vez, y en otra ocasión también a la Policía Municipal. ¿Se creen que están por encima de le Ley o realmente lo están en la práctica? Todo indica que lo segundo, incluso cuando, como en el caso presente, ni siquiera resulte probable que del personaje quede el menor recuerdo? A esos policías que se limitaron a cumplir con su deber, el Alcalde de Sevilla les ha abierto expediente. ¿Comprenden?