El secretario general del PSOE en Córdoba, Juan Pablo Durán, es de esos personajes que no deberían ser aceptados en la política por su fanatismo y por su brutalidad expresiva. En relación con la causa abierta a la alcaldesa de Peñarroya, Luisa Ruiz, por presuntos delitos contra la Administración, fraude y falsedad documental, Durán dijo que “estamos en un estado de excepción encubierto”, que los aparatos del Estado están “al servicio de la derecha” y, en fin, agárrense, que “la Derecha no hace prisioneros ni deja heridos. Solamente sabe matar y, si es posible, en las cunetas”. No estoy seguro, a pesar de la enormidad de la injuria, que el presidente del Parlamento no la justificara en nombre de la “libertad de expresión”.
Ese señor es indigno de la vida pública. Si su partido no lo echa de ella, será cómplice.
Que no se diga que la izquierda no tiene su propio Tea Party.
Sdos.