Salen los conservadores andaluces de su decisivo Congreso reforzados tras la sutura del colapso nacional de su partido y anunciando una valiosa presencia en el flamante pretorio nacional. Bien administrada, esa presencia mucho puede aportar a esta tierra, y sería de desear que el precio no fuera, en esta ocasión, perder en la región lo que se emplea en Madrid, sino compatibilizarlo. Quien sale clamorosamente fortalecido en el presidente Juanma Moreno, acaso el político de la nueva generación que con mayor premura se ha labrado un merecido prestigio nacional. Dos prometedoras novedades para nuestra vida pública que, desde su llegada –y hay que reconocer que en circunstancias de lo más adversas– pretende recuperar tanto tiempo perdido en la construcción de una autonomía auténtica.