Panes y peces nos prometen desde el “Gobierno del cambio” dos de sus principales paladines. El titular de Hacienda, que tiene más que probada su diligencia y buen hacer, promete sin miedo sostener el gasto social aunque extremando el control y, al tiempo, mantener el compromiso de bajar los impuestos para estimular la exhausta economía. Y por su lado, el omnímodo portavoz Bendodo avisa de que se propone crear un nuevo organismo –¡más burocracia, pues!– pero no se arremolinen porque será a “coste cero”. Lo dicho, el milagro famoso, la abundancia en tiempos de miseria y, encima, coincidiendo con el récord nacional absoluto en deuda, déficit y gasto. Ambos proyectos, eso sí, han demostrado ya su viabilidad en países más serios que el nuestro. Queda por ejecutar sólo el triple mortal del “coste cero”.