Resulta difícil dar credibilidad a los globos-sonda que fingen discutir la nueva Presidencia de la Junta. ¿Acaso tendría sentido que al PSOE le sucediera el que fue su socio para todo? ¿Cabe imaginar siquiera un nuevo acuerdo como el que ha mantenido tapados los cencerros durante la última legislatura? Toda interpretación del reciente voto conduce a la evidencia de que los andaluces reclaman la revisión profunda del “régimen” y un discreto replanteamiento de la autonomía que justifique su existencia. Y urge ese pacto porque urgen las tareas pendientes, que son muchas y graves. Andalucía no tiene por qué seguir viajando a la cola de España y Europa. Retrasar o poner obstáculos a una renovación saludable es desoír la voz tajante de un pueblo largamente defraudado