Al ‘delegata’ de Salud le han dado la patada hacia arriba. Miren que no había forma de librarse de ese peso muerto que ha mantenido durante años a la sanidad onubense en el filo de la navaja, saltando sobre ‘salmonellas’ o meningitis y tapando el vacío estacional de los servicios verano tras verano. Un fenómeno, el doctor Pozuelo, demostrativo que no hay mayor virtud en la política que la obediencia ciega y sorda. A él, por ejemplo, tras su inconcebible gestión, no lo han devuelto a casa, como parecía lógico, sino que le han dado la patada cabía arriba, nada menos que para ponerlo al frente, como subdirector, de los Chares andaluces que gestionan esas “empresas públicas” con que la Junta hace competencia a su propia Administración y que reparten el dinero a espuertas. Enhorabuena, ‘Doc’. La ley de Peter, en Huelva, se queda cortísima.