Ya pueden medir a ojímetro o captar con ojo de águila los resultados de la Copa Davis los edecanes de Griñán. El resultado es siempre el mismo: que han hecho un ridículo espantoso, que se han exhibido como insensatos partidistas capaces de despreciar al Jefe del Estado con tal de jeringar al alcalde de Sevilla. En esta ciudad como en Córdoba, Griñán se ha estrellado sin remedio y no habrá que esperar más que tres meses escasos para comprobarlo, porque esos “feos” no se olvidan fácilmente ni se perdonan así como así. Hay que ser torpes para boicotear tan singular efemérides, ésa es la palabra. Y lo han sido hasta dejarlo de sobra. Se lo comerán con su pan, ya lo verán.