Resulta patética, casi conmovedora, la carta del funcionario que ayer reprodujo El Mundo y en la que advertía a un superior del trampantojo urdido entre la Junta y Nueva Rumasa. Ese “Tú me dirás lo que hago” comprende en seis palabras el drama de los funcionarios honrados a los que los responsables políticos del “fondo de reptiles”, como de tantos otros “fondos” oscuros, traen por la calle de la amargura forzándolos a caminar por el filo de la navaja al borde o incluso fuera de la Ley. Pero ¿quién se va a creer que decisiones como ésa de largar millones de euros las toma un jefe administrativo o un director general? La carta en cuestión permite ver lo que está ocurriendo en la Administración autónoma y evidencia que “los que tienen que servir” ni quieren ni saben ya a qué atenerse. Estamos ante una estafa piramidal. Sólo falta que alguien sea capaz de señalar el vértice.
Es terrible! Qué posición más cruel servir a amo deshonesto!