Es verdad que “la gente”, como dice Podemos, se interesa cada día menos por el tejemaneje político. De otro modo esta Navidad hubiera sido de infarto: dimisión como diputado del otrora consejero Luciano Alonso; huida en Cádiz del concejal podemita González Bauzá arrastrado por el contratazo de las basuras; forzada dimisión del empresario troglodita de la Cámara sevillana que agredió a la dirigente Teresa García de la forma más grosera –felicidades a la Cámara en la persona de su presidente Francisco Herrero—; y, en fin, anunciado mutis por el foro del juez de los ERE –¿cuántos magistrados han llevado ya el caso?—que deja nuevamente los interrogantes colgando. ¿Quién dijo aquello de Noche de Paz? Aquí no gozamos ni de armisticios.